Iban por dos caminos distintos, sin mirar al lado, a donde iba el otro, dominados por el orgullo, y la bronca, dos ciegos definitivamente, dos egoístas que exigen y piden lo que el otro no les puede dar, dos infantiles, uno que se cubre con mentiras por cobarde, y otro que solo causa peleas por no saber controlar sus impulsos, dos amargos que nunca llegan a un acuerdo, que lo único que saben hacer bien es discutir, por el hecho que uno de ellos quiere amor, y el otro le teme. En lo único que pueden llegar a un acuerdo esos dos, es que ninguno quiere perder su libertad, pero tampoco les gusta compartir.
La gente pasa por el medio de esos dos caminos, es otro camino, que divide al de ellos, y pasando uno dice: -mira, ahí van dos idiotas, que les gano el orgullo, y el miedo a perder, olvidándose lo mucho que se quieren..-